La Alegría de llevar a Dios a los Hermanos

Micro experiencia de misión en San Alberto.
Con motivo de los 20 años de presencia de las hijas de la Iglesia en San Alberto, Cesar, y en el marco de la promulgación del documento definitivo de la conferencia Episcopal Latinoamericana desarrollada en Aparecida, las Hijas de la Iglesia siguiendo las directrices de la Iglesia Universal y analizando sabia y profundamente la realidad parroquial en San Alberto, convocaron a una gran misión por las periferias y barrios del municipio; exhortando a las personas a conocer las notas características y esenciales de nuestra madre, la Santa Madre Iglesia Católica, y a vivir de acuerdo con la dignidad que implica y exige el ser bautizados; teniendo como modelo de esta vivencia a nuestra Madre, la Santísima Virgen María. Fue así como se realizó las visitas casa a casa, haciendo la respectiva reflexión e invitación a vivir como verdaderos hijos e hijas de Dios, y como verdaderos hijos e hijas de la Iglesia.

A partir de esta experiencia se dio un proceso de formación y discipulado y misión en el terreno, en el cual las hermanas nos fueron enseñando a hacer misión en la misión y ser discípulos en el discipulado. Fue un momento de gracia y bendición para nuestra tierra sanalbertense; en el cuál gracia a la efusión del Espíritu Santo, fuimos perdiendo los miedos y prejuicios que inhibían nuestra capacidad de misionar; de igual forma fuimos adquiriendo herramientas, métodos y estrategias, para iluminar en cada encuentro casa a casa las diferentes realidades a la luz de la Palabra de Dios; haciendo que esta Palabra llegue a cada uno en su respectiva situación eclesial, como se estipula en el numeral 4.3 de nuestros estatutos.

Es así como actualmente, mantenemos un pequeño pero estable grupo de misión; que todos los miércoles en horas de la tarde, vamos a un barrio o periferia determinada; vivimos el encuentro con nuestros hermanos en la fe, a la luz de la lectura orante de la Palabra de Dios, según la orientación dada por la Diócesis de Ocaña a través del respectivo subsidio; conocemos su realidad eclesial, los invitamos a la vivencia autentica de la vida sacramental y los orientamos para que se pongan en contacto con nuestro párroco y/o con la comunidad María Estrella de la evangelización, si la situación así lo amerita.

Ha sido muy gratificante, en este proceso de misión, saber que se recibe más de lo que se da, ya que,el Señor siempre está un paso adelante de nosotros y nos habla a través de nuestros hermanos y las diferentes situaciones que viven; también, ha sido maravilloso para nosotros y las personas que visitamos, tener la presencia de hermanos y hermanas Hijas e Hijos de la Iglesia, de Italia, España y Ecuador, en esta humilde pero maravillosa obra de llevar a Dios a nuestro hermanos.

Como horizonte de nuestro trabajo misionero, damos gracias a Dios, por la implementación de un proceso intensivo de formación a nivel diocesano para la misión; que tendremos fuertemente en el mes de mayo del presente año; sin excluir que los Hijos de la Iglesia en San Alberto, con la ayuda y la intersección de la santísima Virgen María y Madre María Oliva, continuemos en misión de forma permanente.