Casa de oro
El 24 de junio de 1968, la Fundadora puso la primera piedra de la casa dedicada a la Virgen "Domus Aurea" en lo alto de la colina del Paesetto: “para que sea una nueva casa de oración, caridad y intenso silencio”...
En abril de 1970, la casa prefabricada estaba lista para recibir a las novicias. Gradualmente, la Domus Aurea revela su verdadera "vocación", la de acoger a las hermanas para cursos de ejercicios espirituales. La misma Madre, María Oliva Bonaldo, sigue los cursos de las hermanas que se detienen en el Paesetto para momentos fuertes de renovación y oración; el último con ella presente fue en julio de 1976, es el curso de las hermanas junioras a las cuales confía espiritualmente la continuación de su Obra.
En los años ‘80, la casa prefabricada da paso a una casa de ladrillo, reanudando en 1984 su misión de casa de oración, retiro, silencio; y esta fisonomía crece más y más con el tiempo, convirtiéndose en los últimos añosen en Casa de Formación, de Reuniones, Ejercicios Espirituales, Profesiones y Capítulos Generales del Instituto.
La vegetación que la rodea hace de ella ese "lugar apartado" donde Jesús invita a los suyos a "estar con Él", el lugar donde, cerrada la puerta de la propia habitación, se puede orar al Padre en el secreto.