Madre del Verbo
El arte sagrado en la Familia de las Hijas de la Iglesia.- La sensibilidad artística de la Madre María Oliva Bonaldo
Desde sus orígenes, hasta hoy, la Familia de las Hijas de la Iglesia ha caminado siempre por el camino de la belleza. El contacto que nuestra madre Fundadora María Oliva Bonaldo tenía con el Misterio, hacia florecer en ella el sentido artístico y la pasión para formar a las hermanas de su Instituto en un estilo litúrgico que transmitiera la belleza del Misterio que celebramos, de manera que el corazón de la Iglesia se inflamase en el amor de Esposa para su Esposo y así adornar su hogar con preciosos bordados. La Divina Liturgia le inspiró belleza, que luego supo traducir en signos para la mesa eucarística y fraterna. Era un lenguaje sencillo pero que elevaba y hacía crecer en la fe.
La Palabra de Dios llama e inspira belleza
“El Señor habló a Moisés diciendo: "Sabrás que yo he llamo por su nombre a Besalel ... le he llenado del espíritu de Dios, de sabiduría, de entendimiento y de saber para toda clase de obras... y le dio un compañero, Odolias. También en el corazón de todos los artistas he puesto sabiduría, para que hagan lo que les he mandado hacer: la tienda de la reunión, el arca del testimonio ... prendas ornamentales, los ornamentos sagrados” (Ex 31).
El pensamiento de la Iglesia sobre el arte
La Iglesia invita a los artistas a hablar con la belleza al corazón de la humanidad y a ser a través de su arte anunciadores y testigos de esperanza (ver las palabras de Benedicto XVI a los artistas, 21 de noviembre de 2009).
Las propuestas de nuestra Familia hoy
Nuestra Familia, siguiendo la misma sensibilidad artística de la Fundadora, continúa en la comunidad de Mater Verbi que, cultivando la belleza de las artes, bordados, iconográfica, pintura, escultura y se propone:
El mismo arte inspira un cuidado especial hacia aquellos que desean compartir con las hermanas momentos de estudio bíblico, litúrgico y eclesial, también utilizando los itinerarios espirituales del parque, llamado el "camino de la belleza".
Con todos los amantes del arte sagrado queremos hacer nuestras las palabras del Papa Juan Pablo II: El arte contribuye a afirmar que la verdadera belleza, como un rayo del Espíritu de Dios, transfigurará la materia, abriendo las almas al sentido del eterno (Carta a los artistas, 1999).