Virgen de la Anunciación
Cuando la Fundadora sueña la realización del “Paesetto della Madonna” (Pueblito de la Virgen) y compra con tantos sacrificios un extenso terreno destinado a la agricultura y al pasto de los animales, en la zona "Chiavichetta", cerca de Ponte Galeria, comienza humildemente con la realización del noviciado en la casa que había pertenecido a los campesinos. No muy lejos de la casa hay una especie de cobertizo, utilizado como granero, que con el tiempo se fue transformando...
Poco a poco se van realizando algunos locales, dedicados a San Gabriel, con el objetivo de acoger a una pequeña comunidad, posteriormente para albergar diversas obras de caridad. Estarán alojados durante un tiempo un grupo de vietnamitas, a continuación, P. Picchi con algunos jóvenes al comienzo de su trabajo con adictos a las drogas; más tarde un grupo de Comunión y Liberación, luego otras personas necesitadas de un techo, como un ex prisionero o familias necesitadas.
Con el paso de los años, se hace urgente proveer un ambiente adecuado para las hermanas mayores y las enfermas y, a principios de los años ‘90, la casa fue renovada y dedicada a la Virgen con el título de "Virgen de la Anunciación".
Las Hermanas mayores son el tesoro del Instituto y, como Moisés en la montaña, apoyan con su oración y sufrimiento a toda la Familia. Los dones de sabiduría y experiencia que el Señor les ha otorgado no solo los intercambian entre ellas, sino que también los ponen a disposición de quienes las visitan.
Las Hermanas comparten las grandes necesidades de la Iglesia y acompañan con su oración afectuosa al Santo Padre, la parroquia, la diócesis y el mundo entero.