El emblema

El emblema de las Hijas de las Iglesia está representado por el Corazón de Jesús, herido y traspasado. Sobre el corazón la cruz y una llama en forma de M, con dos llaves  y la frase: Ex corde scisso Ecclesia Christo jugata nascitur (del Corazón traspasado de Cristo nació la Iglesia, su esposa).

Fue ideado por la fundadora, Madre M. Oliva, y ella misma lo presenta diciendo: "Fue necesario el emblema para nuestras casas, que expresara la esencia de la obra; este indica los tres amores del Sagrado Corazón:

- con la cruz, aceptada con totalidad, su amor al Padre;

- con las llamas marianas, el amor a su Madre;

- con las llaves eclesiales, su amor a nosotros, que somos, con el Papa, la Iglesia. 

Así también escribía M. Oliva, soñando a las Hijas de la Iglesia, todavía no nacidas, en el 1934: "Como brotes de olivo, las Hijas de la Iglesia estarán entorno a la mesa del Señor y lo bendecirán en las Iglesias viviendo sus votos a la presencia de todo el pueblo". Esta misma idea es presentada sea en las Constituciones que en el Directorio: “El Espíritu revela a nuestro espirito que somos hijos de Dios y nos invita a sentarnos entorno a la mesa del Señor como Hijas de la Iglesia, cuerpo de Cristo y Madre nuestra”.

En la liturgia de la fiesta de Corpus Domini, la cuarta antífona de las Vísperas reproduce el verso del Salmo 128 con un bellísimo apéndice: «Las hijas de la Iglesia serán como brotes de olivo entorno a la mesa del Señor». En la liturgia romana de las horas, de la primera semana, en el tercer salmo del domingo, viene repetida la siguiente antífona: "Los hijos de la Iglesia exultan por su Rey. Aleluya".

"El olivo es un árbol mediterráneo por excelencia; cultivado desde tiempos antiguos en la Tierra Santa, simbolicamente significa prosperidad, bendición, vida pacífica. A partir de la «noticia con el ramo de olivo» que la paloma trajo a Noé para significar el final del diluvio (Gn 8,11), hasta «los dos olivos» que en el Apocalipsis (11,4) representan a dos testimonios de Dios encargados de «profetizar» por todo el tiempo de la persecución contra la Iglesia, la Biblia nos recuerda: “los árboles se pusieron en camino para buscar un rey a quien ungir. Dijeron al olivo: Sé tu nuestro Rey (Jue 9,8). Para indicar sus frutos de gracia y de gloria, la Sabiduría de Dios se asemeja a un bellísimo olivo que brota en el altiplano (Sir 24,14); el testo está aplicado en la liturgia a la Madre de Jesús. Y no podemos no recordar con profunda emoción los ramos de olivo agitados por tanta gente en Jerusalén para acoger a Jesús, Rey pacifico, y los olivos testimonios de su oración en su dolorosísima agonía”.

Así escribía Mons. S. Garofalo en la presentación del texto: "Como brotes de olivo: "El texto poético de la Biblia está tomado del salmo 128, el cual, describe una familia ideal, contemplada en la luz y en el calor de la fe; habla del hombre «bienaventurado» que camina en el camino de Dios: «Tus hijos como brotes de olivo entorno a tu mesa».

(cf Salvatore Garofalo, "Como un brote de olivo")

En 2017, después de un largo trabajo de análisis y estudio de las diversas representaciones de los emblemas utilizados anteriormente, se realizó el nuevo logotipo de las Hijas de la Iglesia.