En el corazón del carisma

Un día lleno de emociones, vivido el viernes 19 de noviembre de 2021, por nosotras, Giulia y Nubia, en el camino de preparación a los votos perpetuos. Partiendo de la comunidad de Castelfranco hemos optado por visitar algunos lugares significativos para la historia de nuestro carisma. Una inmersión en el pasado que es un lanzarnos al futuro, un viaje a las raíces para ver lo que nos depara el futuro.
En primer lugar, la habitación de la casa Carithas en Schio donde la Fundadora, Madre María Oliva Bonaldo, elaboró el primer Estatuto de las Hijas de la Iglesia: “33 Foglietti”. Cuatro simples paredes envueltas de su presencia y del sueño que anhelaba con tanta pasión.
Luego, de nuevo en Schio, la visita a Santa Bakhita, cuya caridad universal abrió nuestros corazones a la dimensión misionera del carisma, que durante años la Madre dejó fermentar en sí misma como Canossiana.
Después visitamos a nuestras hermanas mayores de la comunidad de “Mater Salvatoris” en Castelnovo, memoria viva de la fidelidad de Dios, y transmisoras del carisma. Compartiendo con ellas hemos entendido una cosa muy importante: que ellas no representan simplemente nuestro pasado, sino también nuestro futuro, porque son una profecía de lo que nos espera; son lo que seremos, no solo en el sentido biológico, sino existencial, pues atestiguan hacia qué plenitud se orienta nuestra vida, cuál es la perspectiva correcta de mirarla.
Por último, lo más importante, la celebración de la Eucaristía en Monte Bérico, donde la Madre confió a la Virgen el anhelo que tenía en su corazón. Como ella, también nosotras y nuestra familia religiosa nos hemos encomendado a su intercesión para que podamos ser almas de fuego que dan testimonio al mundo del amor del Padre.