Dos momentos significativos

   Este año la celebración de la Jornada de la Vida Consagrada en Madrid ha tenido dos momentos significativos: el día 2 de febrero, la Celebración eucarística, presidida por el Cardenal Carlos Osoro y el día 7 de febrero, con el título  “Luces en la ciudad” vivimos un momento de encuentro y oración con los jóvenes provenientes de diversas parroquias y centros educativos de la Diócesis. En las dos ocasiones animado por grupos de jóvenes religiosos donde participaron Asun y Frida.
   Durante la vigilia de oración, el cardenal Osoro entregó la lámpara vocacional a todas las vicarías. El objetivo es que la lámpara recorra todas las parroquias de la diócesis desde el 7 de febrero hasta la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones,  que en Madrid se celebrará el primer fin de semana de mayo.
   Ha sido un gozo participar de cerca en esta bella iniciativa junto con otros consagrados y sentir el palpitar de la Iglesia joven, en sus múltiples dones y carismas.
   La vigilia de oración “Adoremus” continuará cada primer viernes de mes en la catedral, convocada por el Cardenal para los jóvenes.